Declaración de intenciones
marzo 31, 2010 2 comentarios
Feo, Inútil e Inestable pretende poner en valor, por oposición a la triada vitruviana, tres cualidades percibidas como negativas a la hora de validar la acción y la experiencia arquitectónica.
Intencionadamente o no, dichas cualidades están muy presentes en la práctica arquitectónica de los últimos 50 años, y lejos de oponerse a las pulsiones y necesidades de nuestra cultura contemporánea de habitación y relación con los objetos, han ido progresivamente entrando en resonancia con estas. Lo útil, bello y firme se constituye, a la inversa, como una visión analítica obsoleta por sus limitaciones positivistas.
Hay cualidades que merece la pena destacar por ser válidas como estrategia en muchas disciplinas (pero no en arquitectura): lo ridículo, lo exagerado, lo fastidioso, lo permanentemente cambiante, lo muy rápido, lo muy sencillo de entender/manipular, lo rápidamente obsoleto, lo poco serio, lo impredecible, lo hiperabstracto.
Se pretende poner de manifiesto la fricción entre los sistemas de validación de la arquitectura contemporánea y los modos de utilizar esta arquitectura por parte de la sociedad. Las nociones de útil / bello / firme siguen siendo los criterios de validación principales varios siglos después de su enunciación, y sin embargo no responden ni a las pulsiones de la sociedad ni a sus modos de habitar.
Interesante punto de vista amigo Miguel…Aunque todavia tengo dificultad en aceptar lo ‘inutil’ de la arquitectura que se esta haciendo…Veo la ‘utilidad’ en lo inestble, porq da cabida a lo impredecible y a la constante reconfiguración, ahora todo es obsoleto en un abrir y cerrar de ojos…pero inutil? …
En este caso «inútil» no debe entenderse desde un punto de vista literal -y por lo tanto peyorativo-. Se trata más bien de investigar la idea de que la utilidad (o el uso) de un objeto arquitectónico no es única, específica y cerrada tal y como propone la definición clásica de «Utílitas» que ha perdurado hasta nuestros días. Es decir, se trata de intentar evolucionar desde una concepción puramente causal y directa del objeto («si una arquitectura se compone X manera, sirve para X función de la mejor manera posible, y para nada más») a una visión basada en la idea de trabajo en proceso y de no linearidad de dichos procesos. Por supuesto esto necesita una explicación mucho más detallada por mi parte, en la cual estoy trabajando, y que publicaré lo antes posible.